Glory of love

Recuerdo la primera vez que escuché a Lou Reed. Fue desde la voz de mi padre. El divorcio de mis padres era un evento tan doloroso como lo puede ser para un niño de 7 años. Mi padre me llevaba a pasar cada fin de semana fuera de la ciudad, lejos de la sórdida realidad que dejábamos atrás. En el viaje siempre escuchábamos a Reed. El cómo su rock intelectual, profundo y brillante me influyó desde entonces a reflexionar y sobreponerme a tiempos difíciles, es algo de lo que no hablaré aqui. Pero esta noche, como tantas antes, repasaré todos esos momentos que han hecho de mi quien soy hoy, escuchando su voz tenue celebrando -de fondo- la increíble maravilla del amor: the glory of love, the glory of love...

1942-Eternidad.


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