Diana
Recuerdo la parálisis que sentí cuando supe por primera vez la historia de Diana Arón Svigilisky. Mujer embarazada, judía, periodista, idealista, fue secuestrada a tiros por la DINA en la esquina de Av. Ossa con Emilia Téllez, muy cerquita de donde viven y me alojan mis queridas Patricia Berrios Medel y C amila Dumas, quienes bien conocen de la pena que hoy me embarga. Diana fue llevada a Villa Grimaldi y entregada al sadismo de Miguel Krassnoff. Cuentan los testigos de e ste centro del horror que esa noche Krassnoff se ensañó personalmente en la tortura. “Además de marxista, la conchesumadre es judía, hay que matarla”, dijo tras acuchillar a Diana en su vientre gestante. La familia de Krassnoff tenía una larga trayectoria genocida, desde los pogromos a judíos ucranianos hasta la participación en el ejército de la Alemania nazi. Desde ese día Diana fue desaparecida y nada se sabe de qué hicieron con ella, con su cuerpo herido, pero a mí no se me va la pena, el espanto...